Paseando por el viejo Madrid mis pasos me llevan a retazos de mi juventud, ecos de pisadas, de musica, de sueños imperiales. Opera, Mayor, Arenal, Donados, Bordadores, Fuentes, Santo Domingo y como no, Hileras.
La mirada, alta y clara, el cabello revuelto te lleva a mirar hacia arriba, la terraza, donde tantas tardes, robadas al estudio, al son de tambores y cornetas ensayabamos el paso alegre de la paz, donde aprendimos que no queremos reyes idiotas ni aunque sepan gobernar, y adelantados al presente luchabamos contra el burgués y el patron capitalista, contra el marxismo internacional.
Mi pequeño homenaje, a vosotros con quien he compartido aventuras, sueños, risas, canciones, una vida en rojo y negro, viviendo el presente, luchando por un futuro mejor. Siempre estareis compartiendo un hueco del bolsillo izquierdo de mi camisa azul a la altura de mi corazón.
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