Poema. Ferrán Garrido
Foto. Pedro Ignacio Fernández
El agua del río fluye en tus manos
mientras acaricias mi cara
para sacar de mi boca
una sonrisa temprana
cuando tocas mis cabellos canos.
El río fluye en tu boca
cuando me sonríes con la mirada
para verter de tus ojos
el agua que roza la roca
de un corazón ya duro de años.
El río fluye en tu ojos
cuando escuchas esas notas
que recuerdan el piano
que aún resuena entre mis manos
para respirar tu boca.
Y... cuando ni me miras,
ni me tocas,ni respiras, ni sonríes...
ni me piensas, ni me rozas,
el agua del río, entonces,
fluye para ti en mi memoria.
Foto. Pedro Ignacio Fernández
El agua del río fluye en tus manos
mientras acaricias mi cara
para sacar de mi boca
una sonrisa temprana
cuando tocas mis cabellos canos.
El río fluye en tu boca
cuando me sonríes con la mirada
para verter de tus ojos
el agua que roza la roca
de un corazón ya duro de años.
El río fluye en tu ojos
cuando escuchas esas notas
que recuerdan el piano
que aún resuena entre mis manos
para respirar tu boca.
Y... cuando ni me miras,
ni me tocas,ni respiras, ni sonríes...
ni me piensas, ni me rozas,
el agua del río, entonces,
fluye para ti en mi memoria.
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