Poema. Ferran Garrido
Foto. Pedro Ignacio Fernández. (Toledo, 2013)
.JPG)
La ausencia habitada por la niebla
arropa con sus tules nuestros ojos...
y no es temor lo que despierta
cuando cierra nuestros párpados de bruma.
La distancia marca el límite
que oculta a nuestros ojos la boira...
la vista se pierde en la distancia
y la niebla se despeja al horizonte.
La certeza de saber lo que se busca
marca caminos de acertados destinos...
No es la duda la que guía
el andar de quien dirige los pasos que camina.
Los vapores helados del invierno
abrigan nuestro andar descaminado...
Y es el frío, con sus gasas,
el que marca un camino esperanzado.
Y tú, que siempre elegiste lo correcto,
caminas sin miedo en la neblina
para llegar a tu destino sin la duda
de haber seguido, tu camino, siempre recto.
Foto. Pedro Ignacio Fernández. (Toledo, 2013)
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La ausencia habitada por la niebla
arropa con sus tules nuestros ojos...
y no es temor lo que despierta
cuando cierra nuestros párpados de bruma.
La distancia marca el límite
que oculta a nuestros ojos la boira...
la vista se pierde en la distancia
y la niebla se despeja al horizonte.
La certeza de saber lo que se busca
marca caminos de acertados destinos...
No es la duda la que guía
el andar de quien dirige los pasos que camina.
Los vapores helados del invierno
abrigan nuestro andar descaminado...
Y es el frío, con sus gasas,
el que marca un camino esperanzado.
Y tú, que siempre elegiste lo correcto,
caminas sin miedo en la neblina
para llegar a tu destino sin la duda
de haber seguido, tu camino, siempre recto.
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