fin del otoño

Poema. Ferran Garrido
Foto. Pedro Ignacio Fernández.


La vida siempre da motivos para vivir,
también para morir,
pero la vida se impone a la muerte
en esta extraña clase de suerte
que nos toca jugar al vivir.
El azar nos depara sorpresas
y la incógnita constante de la vida
es vida en si misma
sin más misterio
que la inacabada incertidumbre.
En la suave textura del otoño
acariciamos la solución
a la eterna pregunta sin respuesta
para ver como todo sigue
a pesar del tiempo que marchita.
Ese anuncio del invierno
adelanta finales prematuros
en la tierna caricia de esperanza
que nos habla, susurrando en el oído,
de la vuelta de futuras primaveras.
La vida siempre se impone a la muerte,
con sus motivos.
Sólo al final parece vencer la muerte
pero es entonces, al morir,
cuando nace de nuevo la vida.

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