Toledo, otoño, José Saramago

 Fotos Pedro Ignacio Fernández

El 16 de noviembre se ha celebrado el centenario de José Saramago, nacido en Azinhaga, pequeño pueblo a 100 kilómetros de Lisboa. Como dato curioso, Saramago no es su apellido familiar sino que el funcionario del registro civil agregó el apodo por el que se conocía a la familia de su padre.
Tomamos su centenario y lo unimos a la estación en la que estamos, otoño. Otoño luce con todos sus colores ocres, marrones, amarillos en la ribera del Tajo a su paso por la ciudad imperial. Toledo se viste de otoño acompañado por algunas frases de José "de Souza" Saramago.


"El viaje no termina jamás. Sólo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración. El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje".

"Las tres enfermedades del hombre son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal".

"¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?".

"He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro".




"No es que sea pesimista. Es que el mundo es pésimo".

"El poder real es económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia".

"Actualmente los laboratorios invierten más en mejorar y producir Viagra y en desarrollar mejores prótesis mamarias que en medicamentos para el Alzheimer. Esto provocará, en el curso de unos años, que más gente de la tercera edad tendrá mejores erecciones y senos más prominentes, pero no recordarán para qué los tienen".

"Creo que la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos".




Comentarios