Poema. María José Mercader
Fotografía. Pedro Ignacio Fernández
Me gusta escuchar
cómo habla la lluvia
pues todo se vuelve silencio,
todo menos sus hijos
estruendo de voces,
ecos y mil gritos.
Me gusta el aroma
que desprende y nos regala
al fundirse con la piel de la tierra,
ella también nos habla
pero de sequía,
desierto y brasas:
"Yerma seré si no me cuidan,
si un día ya no me abrazan".
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